El viernes 7 de marzo de 2025, el Gato Calavera se convirtió en el epicentro del hardcore en la Ciudad de México. La legendaria banda Lionheart, originaria de Oakland, California, encabezó una noche que también contó con la participación de las potentes agrupaciones nacionales Factotum y Beneath The Horror.
Factotum: Hardcore desde Mérida
La noche arrancó con Factotum, banda formada a finales de 2010 en Mérida, Yucatán. Su propósito: tocar hardcore para expresar su realidad. Con un sonido crudo y directo, temas como “Calavera” resonaron con fuerza en el Gato, demostrando por qué son una de las propuestas más sólidas del hardcore nacional.
Beneath The Horror: El “Beatdown” no ha muerto
Desde Guadalajara, Beneath The Horror subió al escenario para continuar con la dosis de agresividad. Formados en 2007, esta banda ha sido representante del beatdown mexicano, combinando elementos de metal y hardcore que dieron pie para que mosh fuera cada vez más intenso. Su presencia y la brutalidad de sus riffs dejaron claro por qué cuentan con una base de seguidores leales en la escena nacional, es un gusto ver playeras, gorras y ese sentido de pertenencia para con una banda.
Lionheart: El regreso esperado
Con el ambiente calientito, Lionheart tomó el escenario para culminar la noche. Fundada en 2004, la banda ha sido una fuerza constante en la escena hardcore, destacando por su sonido agresivo y letras que reflejan la realidad de las calles de California. Tras una breve separación en 2016, regresaron en 2017 con más fuerza que nunca, lanzando álbumes como Valley of Death en 2019 y Welcome to the West Coast III en 2022.

El setlist incluyó temas emblemáticos de su discografía, desde clásicos hasta tracks más recientes. Cuando sonó “LHHC” nos recordaron a todos por qué Lionheart es considerada una de las bandas más influyentes del hardcore moderno. Además, sorprendieron al integrar fragmentos de “Break Stuff” de Limp Bizkit en uno de sus medleys, lo que no dejo a nadie callado, sumado al cover de Beastie Boys que nos deja bien claro que ese sonido tan particular tiene varias y variadas influencias.
El ambiente en el Gato Calavera fue el de una auténtica fiesta hardcore antaña: mosh pits, crowd surfing y una comunión total entre asistentes y bandas. A pesar de la intensidad, todo transcurrió en un ambiente de camaradería y respeto, demostrando que la escena hardcore en la CDMX está vivita y en un revival que puede dar para mucho. Esperamos que no pasen otros 15 años antes de que podamos ver a Lionheart nuevamente en tierras mexicanas.
Agradecemos a Tarantula Studios por hacer posible esta experiencia. La expectativa ahora se centra en futuras presentaciones, con bandas como Zulu que prometen seguir alimentando la llama del hardcore en nuestra ciudad.

