¡Atención, fans de lo oscuro! Cold in Berlin, la banda de culto londinense, acaba de anunciar su quinto álbum, Wounds, y promete ser su trabajo más ecléctico y ambicioso hasta la fecha. Se trata de su primer disco en seis años, una mezcla magistral de doom, post-punk y krautrock que te va a volar la cabeza.

El dolor como arte
Según la vocalista Maya, Wounds es una celebración de esas “heridas” que todos llevamos. Es un disco sobre el dolor que nos forma, pero también sobre la alegría de sobrevivir. Es una conexión para aquellos que han pasado por el fuego y han encontrado la vida después. El primer sencillo, “Hangman’s Daughter”, ya nos da una probadita de esta propuesta: empieza con un bajo hipnótico y luego se transforma en un torbellino de guitarras post-punk, coros épicos y la voz magnética de Maya. Es una canción de amor no correspondido que se siente poderosa y cruda.

Grabado en un lugar con magia
La banda grabó el disco en Foel Studio en Gales, un lugar con una vibra mística, rodeado de valles y círculos de piedra. Trabajaron hasta altas horas de la noche, experimentando con nuevos sonidos y usando amplificadores prestados por My Bloody Valentine. Los sintetizadores fueron arreglados por Bow Church, un genio de la escena electrónica oscura de Berlín que le da al disco una textura gélida y perfecta. El resultado es un álbum que conserva la energía visceral de sus shows en vivo, pero con una producción ambiciosa que busca ser su obra más poderosa y experimental hasta hoy.